El lenguaje poético, su resistencia en un mundo de comunicación ruidosa en el que compiten las ciencias y la velocidad de la tecnología, su rebeldía, su apasionamiento, su enfrentamiento con la convención masiva, pero también su nueva aceptación por parte del público y, quizá, su mayor visibilidad en los últimos tiempos. De esto y más hablaron Arturo Carrera, Anahí Mallol, Delfina Muschietti y Daniel Samoilovich, convocados para conversar del tema en una tarde de verano
Son
poetas. Los
convoca una misma pasión que la Revista quiso explorar mediante un debate que
permitiera pensar la poesía hoy.
Entre
avances científicos, velocidades tecnológicas, desencantos, libertades, se
abre paso la poesía. De ahí la noción de resistencia que se erigió a lo
largo del reportaje como la característica indiscutida del lenguaje poético.
Un lenguaje que suele subvertir los parámetros de la realidad cotidiana al
construirse y deconstruirse en su espacio -la página en blanco- en el que
articula y desarticula sonoridades, exige y transgrede significados unívocos.
Rebelde
y apasionada, la poesía que proclaman Delfina Muschietti, Daniel Samoilovich,
Arturo Carrera y Anahí Mallol interrumpió su trazo para que la prosa hablase
de ella en un diálogo intenso.
La
anécdota dio paso a la reflexión. Delfina comentó que una revista argentina
especializada en negocios la había seleccionado para participar en el último número
del año 2000 por su trabajo, desde hace una década, con el ciclo de poesía La
voz del Erizo.
Muschietti:
-Los medios no especializados en literatura observan que hoy pasa con la poesía
algo que antes no sucedía. Pero considero que no se trata de que la poesía
ahora tenga más fuerza, sino de un fenómeno de mayor visibilidad.
Carrera:
-Es curioso que sea una revista de negocios la que se interese en la poesía
cuando nada está más reñido con el mercado. En la actualidad, lo que se
incrementó es la intensidad con la que trabaja la poesía, llámesele
resistencia o experimentación. Al aumentar los datos relacionados con la
cuantificación y la tecnología se produce la necesidad de radicalizar la
subjetividad, y por eso el lenguaje poético ofrece ese costado temporal de
resistencia.
-¿Qué
significa que la poesía es un lugar de resistencia?
Carrera:
-Para mí, la poesía fue siempre el ámbito de la resistencia al tiempo, a las
preguntas que le hizo siempre el hombre al tiempo.
Muschietti:
-No estoy tan de acuerdo con la idea de que la poesía haya sido siempre el
lugar de la resistencia. Creo que éste es un fenómeno moderno, del
romanticismo en adelante. Yo pienso la resistencia en el sentido de
experimentación radical. Es esa forma de funcionamiento la que lleva a la poesía
a separarse de lo que es masivo, de lo que es la convención.
Samoilovich:
-Estoy de acuerdo con Delfina; la concepción del arte literario como un espacio
de experimentación es bien moderna.
Carrera:
-La noción de resistencia está ligada en mi caso al "diablillo del
tiempo", no al trabajo con el lenguaje.
Mallol:
-A mí me interesa el doble juego por el cual la poesía es resistencia, pero a
la vez condensa las experiencias y preguntas de una época. Resiste, parece que
está lejos, pero al estar en contra de algo lo ve más claro. Un fenómeno
actual como el de las editoriales independientes permite darse cuenta de que están
leyendo poesía lectores que no lo hacían. Muchas personas encuentran en la
escritura, sobre todo de quienes tienen su misma edad, un lenguaje que los
interpela, descubren que los poetas hablan de cosas que les pasan a ellos.
Entonces, se produce un intercambio en el sentido de compartir una experiencia
que permite interrogarse a uno mismo.
-¿La
poesía busca delinear identidades, contornos?
Muschietti:
-Hace poco un poeta brasileño, Italo Moriconi, me dijo que observaba que en
este momento de globalización la poesía parecería estar haciendo un
"regreso" a una forma de catarsis, de nuevo pathos, que potencia esta
zona de lo particular y de los sentimientos.
Carrera:
-En Italia, lo que muchos poetas han visto es la revitalización de los
dialectos. Hay un repliegue, una resistencia a la globalización en forma simbólica.
La globalización, que parece estandarizar todo, lo que produce para la poesía
es la búsqueda de una identidad.
Samoilovich:
-Sí, yo pienso lo que sucede hoy con la poesía a partir de esta idea de
delinear contornos, y no como un auge. Lo que sucede es que ahora se ve mejor el
lugar que ocupa no sólo la poesía, sino toda la literatura de verdad: nichos
que son irreductibles y que funcionan como guía de toda la cultura.
-Daniel
habla de una literatura de verdad, ¿significa que hay una literatura de
mentira?
Samoilovich:
-Yo creo que sí
Carrera:
-Para mí la literatura de verdad no está ligada al mercado ni lo piensa. En
cambio, quien escribe literatura falsa está pensando en su lector.
Samoilovich:
-Además, al hacerse para alguien presupone a ese alguien y termina reforzándolo.
Joseph Brodski dice que ninguna investigación de mercado le podría haber
indicado al Dante la necesidad de la Divina Comedia por una razón muy profunda:
nadie era capaz de imaginar eso hasta que él lo hizo.
-Entonces,
¿la poesía no podría ser masiva?
Muschietti:
-Una literatura que experimenta está siempre un poco separada de sus lectores
contemporáneos. Por lo tanto, no puede ser masiva.
Carrera:
-En el tema de lo masivo hay como un misterio, ¿por qué un libro se transforma
en best seller? Hay libros que han sido masivos en su momento, como El Paraíso,
de Lezama Lima, un libro experimental del que se vendieron muchísimos
ejemplares en cuanto salió.
Mallol:
-En este momento existen numerosos ciclos de lectura acá, en Córdoba, en Bahía
Blanca, gente que escribe, están estas editoriales sin fines de lucro. Pero no
sé si hay más lectores. Mucha gente lee los poemas que se publican en algún
diario o revista y no van a comprar un libro. Por eso es importante que los
medios de comunicación masiva sigan publicando poesía.
Samoilovich:
-Es verdad, no se sabe en qué medida alguien que se interesa por un poema
suelto puede llegar a comprar un libro: es una apuesta con un resultado
incierto, pero que vale la pena hacer.
-¿Desde
dónde hay que acercarse a la poesía, desde la razón, desde una sensación?
Samoilovich:
-Nadie se pregunta ante una letra de una canción de rock si la entiende toda y,
sin embargo, se la puede disfrutar igual. No sé cómo se entra a una canción
de los Redondos, pero de la misma manera habría que pararse frente a Ezra
Pound.
Muschietti:
-No creo que sea lo mismo, porque allí está actuando la música. Yo creo que
se entra por la sensación, por la expansión de la percepción que logra el
ritmo visual y espacial del lenguaje poético.
Carrera:
-Este tema remite a una crisis que los poetas negamos: la crisis del lenguaje.
Hay una fuerte y secreta confrontación entre el lenguaje de los poetas que
trabajan en ese sentido de resistencia que hablaba Delfina al comienzo, y un
lenguaje muerto de la poesía tradicional que persiste. Y la gente muchas veces
no lee poesía porque rechaza la poesía tradicional.
-¿Se
coloca toda la poesía en la misma bolsa, lo tradicional con lo nuevo?
Carrera:
-Exacto. La gente tiene en la actualidad un acceso inmediato a todo lo que es
experimentación. Por eso necesita formas nuevas y lee a los jóvenes con muchísima
alegría y docilidad.
Muschietti:
-También pasa lo contrario. Yo tengo mi experiencia con alumnos de la Facultad
de Filosofía y Letras, que no se arriesgan a leer poesía. Cuando empecé a dar
clases en los años 80, lo único que existía en los programas era la
narrativa. Fue todo un trabajo empezar a leer y a disfrutar no sólo la poesía
tradicional. Si doy Hospital Británico de, Viel Temperley, que es un libro muy
experimental, de 500 alumnos 300 se levantan y se van. Los que aceptan el desafío
logran lecturas muy interesantes. Creo que la poesía moviliza mucho.
-¿Es
esa movilización lo que asusta tanto?
Muschietti:
-Para mí, poesía es la que produce una ruptura, la que hace pensar de otra
manera. A veces, los jóvenes tienen dificultad para pensar en esta interrogación
que abre la poesía. Y, paradójicamente, hay una gran tensión hacia ella,
porque los jóvenes también se sienten atraídos hacia ese lugar de resistencia
que comparte ciertas formas de su experiencia actual: intensidad, velocidad,
fragmentación.
Carrera:
-Yo creo que el temor es pasajero. Es el miedo a navegar la ruptura, la
angustia. La poesía es siempre lo indeterminado y la indeterminación produce
mucho miedo. La poesía es una experiencia de la fragmentación y del dolor por
esa fragmentación.
-¿Llega
más la poesía en forma oral o escrita?
Carrera:
-El tema es que la poesía escrita tiene un costo, hay que comprar el libro.
Samoilovich:
-Me parece que en los ciclos de lectura se recupera una dimensión que es muy
propia de la poesía, la de la oralidad, rica tanto para quien escucha como para
quien escribe.
Carrera:
-El poeta necesita de esa dimensión de la oralidad. Ahora hay una recuperación
de esa magia que tuvo la poesía en todos los tiempos y, sobre todo, en el Nuevo
Mundo. Hay una gran diferencia entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo.
Muschietti:
-¿Quiere decir que no está en el Primer Mundo?
Carrera:
-Yo creo que no. Muchísimos extranjeros, sobre todo europeos, se asombran de la
cantidad de poetas y de festivales de poesía que hay en América latina.
Muschietti:
-Este fenómeno está en relación con la pobreza también.
Samoilovich
y Carrera: -Sí,
sí.
-¿Cómo
lo relacionan?
Muschietti:
-Los europeos con quienes hablé del tema dicen: "Ustedes están mal económicamente,
pero eso tiene también su lado positivo que es esta búsqueda". La gente
necesita hacer muchas cosas para trabajar y eso la moviliza. Un joven poeta
italiano me explicaba que allá está todo especializado. No se produce esa
interpenetración de campos que se ve en América latina. En Europa, el
bienestar económico parece, paradójicamente, achatar la búsqueda.
Mallol:
-A mí me parece que muchos jóvenes como no ven salida en ningún rubro se
dedican a hacer lo que tienen ganas.
Samoilovich:
-Eso pasa con la poesía como tal. Como no tiene ninguna expectativa de abrirse
paso en el mercado hay más chances de que la gente escriba lo que tiene ganas.
-¿Por
qué eligieron escribir poesía, a qué se debió la elección del género poético?
(Silencio
por unos segundos).
Mallol:
-En mi caso pienso en el tema de la fragmentación que distingue a la poesía de
la narrativa. Me interesan sensaciones y pensamientos que son fragmentarios. No
me atrae contar una historia con una línea coherente, sino atrapar algo que
hace como un globito en el tiempo. Es decir, como una suspensión de la percepción
habitual del tiempo, el espacio, los objetos.
Carrera:
-La elección del género poesía en mí está muy vinculada a lo traumático, a
la experiencia de la ausencia, que ha sido muy teorizada por los mismos poetas.
Tanto Lezama Lima como Valerio Magrelli parten de la idea de que la poesía nace
de una experiencia traumática. En mi caso fue después de la muerte de mi
padre. La experiencia de su ausencia hizo que comenzase a escribir poesía y a
disfrutar de eso. La poesía me permitió poner una imagen en esa ausencia.
Samoilovich:
-Volviendo al tema de las resistencias, yo encuentro que si me pongo a escribir
en prosa las frases van cayendo bien, acomodadas. En cambio la poesía hace más
preguntas, por el aspecto rítmico y la necesidad de concisión. En poesía por
un lado tenés un material semántico y, por otro, la dimensión musical. Es muy
importante mantener esa dimensión sonora, la cual corta la experiencia, me
impide un desarrollo sólo racional y permite que alcance un estado superior.
Obliga a pensar más, porque si algo parece estar bien pero no suena bien,
implica que no está.
Muschietti:
-En mí tiene que ver con una forma de estado contemplativo. Me gustan mucho
esos estados contemplativos, entrar en esos paisajes, cualesquiera que sean.
Disfruto llegando a través del lenguaje a sensaciones de plasticidad que para mí
tiene la poesía. Siempre me sentí más cómoda escribiendo que hablando. Es
como entrar en un devenir, que al mismo tiempo me hace sentir más en mí.
Anahi
Mallol
- Nació
en la ciudad de La Plata en 1968. Es poeta y ensayista.
- En
1998 publicó el libro de poemas Postdata. Tiene un libro inédito que
recibió el primer premio en el concurso latinoamericano Memoria histórica
de las mujeres en América latina y el Caribe, el año último.
- Escribió
diversos ensayos sobre poetas argentinos del siglo XX como Olga Orozco,
Alejandra Pizarnik, Susana Thénon, Diana Bellessi.
- Es
coeditora del Sello Editorial Siesta, que se dedica a difundir la obra de
poetas jóvenes de habla hispana.
Arturo
Carrera
- Nació
en Pringles, provincia de Buenos Aires, en 1948. Cursó en la Universidad de
Buenos Aires estudios de Medicina y de Letras.
- Publicó:
Escrito con un nictógrafo (1972); Momento de simetría (1973); Oro (1975);
La partera canta (1982); Mi padre (1983); Arturo y yo (1983); Animaciones
suspendidas (1985); Ticket (1986); Children’s Corner (1989); Ne gritos
(1993); La banda oscura de Alejandro (1994); El libro de la luna (1998), y
otros. Sus poemas se tradujeron a diversas lenguas.
- Tradujo
textos de Agamben, Pasolini, Maurice Roche, Mallarmé, Michaux, entre otros.
- Fue
profesor de Literatura y Poética en el Abroad Program de las Universidades
de Illinois, Texas y Carolina del Norte.
- Obtuvo
el Primer Premio Municipal de Poesía (1998), el Premio Nacional de Poesía
M. Kohen (1985), la beca Antorchas (1990) y la beca Guggenheim (1995).
- Dirige
actualmente la colección de poesía, ensayo y narrativa MATE.
Daniel
Samoilovich
- Nació
en Buenos Aires en 1949. Es traductor de latín, francés e inglés.
- Publicó
cuatro libros de poemas: Párpado (1973); El Mago y otros poemas (1984); La
Ansiedad Perfecta (1991); Superficies Iluminadas (1997). Se han publicado
tres antologías de su obra: Agosto y otros poemas (1995); Rusia es el tema
(1996); Hidrografías (1996).
- En
1996, editó sus versiones de Poemas de Katherine Mansfield. En 1998, se
publicó Odas del Libro III, traducción del poeta latino Horacio. En 2000,
Editorial Norma, de Colombia, incluyó su versión de Henry IV en su colección
"Shakespeare por escritores".
- Fue
jurado de los premios Fondo Nacional de las Artes (Argentina) y Casa de las
Américas (Cuba).
- Desde
1986 dirige en Buenos Aires el periódico trimestral Diario de Poesía.
Delfina
Muschietti
- Nació
en Villaguay, Entre Ríos, en 1953. Es poeta, crítica, traductora y
profesora de Teoría y Análisis Literario en la UBA.
- Publicó
tres libros de poesía: Los pasos de Zoe (1993) ; El rojo Uccello (1996);
Enero (1999).
- Ha
publicado ensayos de crítica sobre Oliverio Girondo, Alfonsina Storni, Juan
L. Ortiz, Alejandra Pizarnik y la poesía argentina de los 80 y 90.
- En
1996 publicó su traducción de la poesía de Pier Paolo Pasolini La mejor
juventud, reedidata en 1999.
- Recopiló
y prologó las Obras Completas de Alfonsina Storni, publicada por Losada en
1999.
- En
2000, obtuvo la beca de la Fundación Antorchas para las Artes, para
escribir el libro de ensayos sobre poesía argentina contemporánea Más de
una lengua.
Texto:
Laura S. Casanovas
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