Silvina Bullrich
nació en Buenos Aires el 4 de octubre de 1915. Fue novelista, cuentista, ensayista, traductora, periodista, guionista de cine, conferenciante
y viajera por casi todo el mundo. Se crió (junto a sus dos hermanas y con su madre María Meyrelles) en un ambiente culto y de frecuentes viajes a París, donde su abuelo había sido diplomático, tuvo acceso a la biblioteca de su padre y gozó del estímulo de una familia de intelectuales.
Su padre, Rafael A. Bullrich, fue un prestigioso cardiólogo, profesor universitario, miembro de la Academia Nacional de Medicina y decano de la facultad en la Universidad de Buenos Aires.
Durante años encabezó la lista de best sellers (Los burgueses, de la editorial
Sudamericana, vendió 60.000 ejemplares). Sus libros fueron traducidos a varios
idiomas. Como traductora tradujo libros de Graham Greene, Simone de Beauvoir, Béatrix Beck
y Louis Jouvet entre otros.
En 1961 obtuvo el primer Premio Municipal por Un momento muy largo y El
hechicero; en 1972, el segundo Premio Nacional a la prosa imaginativa del trienio 1969-1971. En 1945 trabajó junto a Jorge Luis Borges en una
selección de textos que se llamó El compadrito. Bioy Casares se refiere en
Descanso de Caminantes de la siguiente manera: “Yo había sacado el Premio Nacional de Literatura. En el quiosco de revistas, a la entrada del Hotel Alvear, me encontré con Silvina Bullrich: Vos ganaste el premio porque yo no me presenté; no me presenté para que te premiaran a vos. Ahora te van a proponer que formes parte del jurado. Aceptá, yo me presento y vos me premiás. Cuando Silvina se fue, el diariero comentó: Qué amiga se mandó, Bioy”
Los críticos han dividido su narrativa en dos vertientes: la del intimismo feminista y la del tema sociopolítico. Algunas obras de la primera vertiente son: Bodas de cristal (1951); Teléfono ocupado (1956); Mañana digo basta (1968), y de la segunda: Los burgueses (1964); Los salvadores de la patria (1965); La creciente (1967); Será justicia (1976). Falleció en Suiza en 1990.
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