De formación autodidacta e inspiración realista, Roberto Arlt expresó en su obra literaria el desencanto de la clase media urbana
argentina.
Roberto Godofredo Christophersen Arlt nació en Buenos Aires el 2 de abril de 1900.
Hijo de un inmigrante alemán y de madre italiana, abandonó muy joven la casa
natal y vivió en Córdoba. De regreso a Buenos aires conoció a Ricardo
Güiraldes, de quien fue secretario. Padeció numerosas privaciones y estrecheces a lo largo de su vida, lo que fue sin duda una de las causas del tono amargo de su producción. Autor de numerosas narraciones, obras teatrales y escritos periodísticos, inició su actividad literaria,
con ayuda de Güiraldes, con la novela El juguete rabioso (1926), a la que siguieron Los siete locos (1929), una de sus obras más conocidas, que fue llevada al cine por Leopoldo Torre-Nilsson, Los lanzallamas (1931) y El amor brujo (1932). Caracterizada por una constante preocupación social, la producción narrativa de Arlt reflejaba el ambiente clásico caótico y atormentado que el propio autor conoció en los bajos fondos de la capital
argentina. Aunque su prosa resulta en ocasiones distorsionada y la estructura del relato confusa, el estilo de Arlt sorprende por su sinceridad y su fuerza.
Sus lecturas iniciáticas fueron Kipling, Salgari, Verne, Conrad, Stevenson, y Ponson du Terrail, cuyo personaje Rocambole tuvo incidencia en la construcción de los propios en el submundo de rufianes, pistoleros y falsificadores que deambulan por sus novelas.
Como muestra de su labor periodística merecen especial mención Aguafuertes porteñas (1950) y Nuevas aguafuertes porteñas (1960), recopilaciones póstumas de los artículos publicados en diversas revistas, notables por su amarga ironía y su gran penetración psicológica.
La obra dramática de Arlt, a caballo entre el realismo y la experimentación, tuvo como títulos más destacados Trescientos millones (1932), donde se aprecia la influencia del italiano Luigi Pirandello, y Saverio el cruel (1936).
Roberto Arlt, cuya obra constituyó un auténtico revulsivo para la literatura argentina, murió en su ciudad natal el 26 de julio de 1942.
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